Cierro
mis ojos y comienzo a recordar, aunque no quiera. Tus manos en mi
cintura, tu boca en mi oído, el camino de besos que dejas desde mi
cuello hasta mis labios, juro que puedo volar. Revivo tus caricias en
mis sueños. Me susurras que me amas, y yo me dejo llevar. El sentimiento
es demasiado fuerte. Iría a cualquier lugar del mundo, con tal de que
estuvieses tú para acompañarme. No quiero dejarte ir jamás. Pero no deja
de atormentarme la idea de que nunca te podré tener. Nunca podremos ser
más que amigos, porque simplemente no soy la única en tu vida.
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